TRIBUNAL ÉTICO
Mafalda Galdames
La
Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, junto a la Marcha
Mundial de las Mujeres convocaron al Tribunal Ético Internacional que se
realizó el día 24 de Noviembre en
el Museo de la Educación Gabriela
Mistral.
El
Tribunal Ético de ANAMURI, nace como respuesta y se suma a la campaña internacional “Fin a la violencia hacia las mujeres del campo” de CLOC-Vía
Campesina, en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres
que se conmemora cada 25 de noviembre.
Esta octava versión del tribunal se
denominó “Contra la violencia y trata de mujeres: Chilenas y migrantes esclavas
del capital”, y los ejes
tratados fueron la migración, la violencia y la trata de personas. Desde sus
inicios el objetivo de este espacio fue contribuir a visibilizar y denunciar la
vulneración de los derechos de las mujeres trabajadoras que desde hace décadas
viene profundizándose en las condiciones de precariedad y flexibilidad laboral,
lo que ha aumentado la feminización de la pobreza.
En nuestro país, la
migración no es un fenómeno nuevo, aunque durante la última década se ha
incrementado fuertemente con la llegada de hombres y mujeres migrantes
provenientes de distintos lugares de Centroamérica y el Caribe,
mayoritariamente haitianos. Estos últimos son los que se encuentran en una
condición de mayor vulnerabilidad al tener significativas diferencias en el
lenguaje, color de piel y cultura, lo que ha derivado en una serie de hechos
violentos y discriminatorios desde un sector de la sociedad chilena, cuyo
racismo se ha manifestado a través de los diversos mitos construidos sobre los
procesos de migración, pero que además ha dejado en evidencia la falta de una
política migratoria desde el Estado chileno, eficaz y pertinente a nuestros
tiempos, que integre un conjunto de medidas para satisfacer necesidades
urgentes de salud, vivienda, educación y nutrición para una población que llega
buscando una solución o una respuesta a la precariedad y orfandad que dejan en
sus propios territorios y que claramente no encuentran al llegar a nuestro
país, aumentando el colapso institucional que ya existe en los ministerios
correspondientes que no dan abasto para enfrentar medidas emergentes, por
ejemplo desde la infraestructura y la atención de profesionales y personal a
cargo en los servicios de urgencia y hospitalarios que atienden a los sectores
más precarizados y vulnerables de la población nacional o extranjera. Por otro
lado, la mano de obra migrante es altamente cotizada por el empresariado, que
abusa y explota, esepcialmente de miles de mujeres, con salarios bajos, malas
condiciones laborales, inexistencia de contratos, entre otros.
Este Tribunal Ético de carácter
internacional se realizo una vez más en el marco del “Día Internacional de
la No Violencia en contra de las Mujeres” y especial connotación tuvo la presencia
de nuestras delegadas internacionales que participando en la Reunión del Comité
Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, en esa semana en Chile, se
sumaron a testimoniar desde sus diferentes experiencias los relatos que
trajeron para aportar a esta jornada de denuncia sobre los atropellos a sus
elementales derechos. Fue así como tres continentes se hicieron presentes en
las voces de Ana María Nemezo, quien habló en representación de la región de
Asia y particularmente de las mujeres de Filipinas; Sofia Ayoo Oguto, de
Kenia, que expuso sobre la difícil convivencia de las mujeres en su región de
Africa, y Emilia Castro de Quebec, representando a Las Américas. En el jurado
del tribunal, representando a la Marcha Mundial de las Mujeres, participó Nalú
Faria, de la Coordinación de Brasil.
Emilia Castro, representante de Quebec, en la
Coordinación de las Américas de la Marcha Mundial de las Mujeres, expuso lo
siguiente:
Antes de comenzar quisiera agradecer
ANAMURI y a la MMM de Chile por la invitación a participar a este encuentro. Es
un gran placer poder estar compartiendo con Uds. en este Tribunal Ético. Desde
hace mucho tiempo que sigo las acciones y el trabajo de la Marcha en Chile y es
con mucho orgullo que a través de ese tiempo hemos establecido lazos solidarios
comunes a pesar de la distancia.
La Marcha Mundial de las Mujeres es un
movimiento que lucha contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres, y por
derechos de vida y trabajo de las mujeres. Por eso quisiera compartir con Uds.
la situación de las mujeres del Quebec, de las trabajadoras; es muy importante
porque tenemos que comprender que a pesar de la lejanía compartimos realidades
semejantes, ya que a pesar de nuestras diferencias culturales, políticas y
económicas, vivimos en el mismo sistema que es capitalista, colonialista y
patriarcal.
Esta realidad común nos permitió a las
mujeres del Quebec en el año 1998 lanzar este proyecto de fundar la Marcha Mundial
de las Mujeres en el primer encuentro internacional que tuvo lugar en la ciudad
de Montreal de la provincia de Quebec. La pobreza y la violencia fueron los
grandes ejes con los cuales decidimos ponernos en marcha. Es a partir de mi
experiencia como militante sindical y feminista por más de 40 años en el Quebec
que he preparado este testimonio.
Las mujeres del Quebec históricamente,
como en todas partes del mundo, se han movilizado para obtener derechos que les
permitan participar plenamente como sujetas políticas. Nada se les ha dado de
manera gratuita, todo ha sido esfuerzo de acciones, de luchas colectivas. En
Quebec que es la provincia francófona de Canadá, se obtuvo el derecho a votar
solamente en 1940, fue la última provincia en Canadá en votar una ley que
permitiera concretizar este derecho. La primera provincia fue Manitoba en 1918.
El poder de la iglesia católica en Quebec era muy importante, lo que impedía
obtener entre otras cosas este derecho e iniciar el camino de la emancipación
de las mujeres, este poder de la iglesia católica marcó profundamente la
opresión de las mujeres de la misma manera que lo hicieron en otras partes del
mundo. Las mujeres se movilizaron para poder ser reconocidas en primer lugar
como personas.
El acceso al voto permitió hacer
avanzar leyes en su favor. Marie-Claire Kirkland fue la primera mujer elegida
en el parlamento en el Quebec en 1961. Ella hace avanzar la capacidad jurídica
de la mujer casada. Pero es solamente en 1976 que la femme (mujer) obtiene
plenamente el reconocimiento jurídico en la carta de los derechos y libertades
de la persona del Quebec.
Históricamente no es demasiado tiempo
si lo comparamos con otros procesos en otras regiones del mundo, pero lo
importante es haber comenzado a marchar, a emprender el camino de la autonomía
de las mujeres en todos los niveles. El camino de nuestra liberación.
No podemos negar que hemos efectuado
enormes progresos en lo que se trata el lugar de las mujeres en la sociedad y
sus condiciones de vida, pero estos avances son frágiles, por lo cual tenemos
que estar en un estado de permanente vigilancia para no perderlos.
Otro punto importante de mi presentación es la
situación de las mujeres indígenas del Canadá.
Primeras
naciones es el nombre utilizado para nombrar a los pueblos indígenas en el
Canadá. Existen 634 naciones que utilizan más de 50 idiomas distintos, estos
pueblos son los primeros ocupantes del territorio, en Quebec existen 40
colectividades reagrupadas en 10 naciones, existe la comunidad Inuit repartida
en 15 colectividades. Importa mencionar esta cifra para que puedan ver la
importancia de estos pueblos, pueblos que han sufrido abusos, racismo y
exclusión. Un ejemplo fue el proceso llamado de civilización que el gobierno
emprendió entre 1831 y 1996. El gobierno, obligaba a quitarle los niños a sus
familias, muchas veces de manera violenta para enviarlos muy lejos, de sus
familias y territorios, a internados donde se les prohibía hablar sus idiomas, con
el objetivo de que estos niños y niñas olvidaran completamente sus raíces, sus
culturas. Existieron muchos casos de abusos sexuales y de violencia y hasta el
día de hoy se pide justicia.
Obtuvieron el voto en 1969, pero existió
durante muchos años una profunda indiferencia de los problemas graves que
conocen esas naciones. Los niños tienen una diferencia de aprendizajes a partir
de la escuela primaria, que se refleja igualmente en la escuela secundaria.
Las mujeres indígenas son más escolarizadas
que los hombres y a pesar que desde 1998 ellas participan mayoritariamente en
el mercado de trabajo, ganan sueldos inferiores que los hombres indígenas.
Ellas conocen la violencia conyugal, abusos sexuales, la discriminación, la
pobreza, en muchos casos ellas son las responsables de sus familias, sus
comunidades tienen un alto porcentaje de suicidios y de cesantía. Un drama que
se vive actualmente en Canadá es el de las mujeres indígenas que mueren o están
desaparecidas, son 1.181 las que han desaparecido entre 1980 y 2012, sólo se ha
encontrado el 90% de los cuerpos. Estas mujeres fueron asesinadas porque eran
mujeres. Durante mucho tiempo el gobierno no quiso enterarse de este drama,
asistimos a lo que se conoce como un feminicidio como el que existió en ciudad
Juárez.
Es por eso que se reivindicó una
comisión investigadora sobre la situación de mujeres indígenas desaparecidas o
asesinadas que el antiguo gobierno conservador se negó a realizar. El gobierno
liberal actual aceptó la creación de esta comisión. A pesar que no ha avanzado
lo suficiente esperamos que se pueda encontrar la verdad.
Como una compañera Lucie Lamarche ha
escrito: Las mujeres indígenas no son sólo víctimas de violencia. Son
mujeres víctimas de violencia sistemática, de racismo y en una palabra fuerte,
de una opresión colonial histórica.
La Casa Messinak de mi ciudad les
envía este símbolo para compartir esta triste realidad, pero también la
esperanza que crea la solidaridad entre las miembros de la Marcha. Es el
símbolo de vestidos rojos hecho por la artista Jaimei Black para simbolizar la
lucha que se lleva en nombre de las mujeres indígenas.
Me
pidieron que hablara de la situación de las trabajadoras en el Quebec, pero considero
que es importante hacer una breve introducción general antes de entrar a la
situación de las mujeres trabajadoras.
Las mujeres en todos los tiempos han
constituido una fuente de mano de obra abundante que los patrones utilizaban
alegremente durante la industrialización del siglo XIX, las jóvenes y las
mujeres adultas trabajaban principalmente en la industria textil, de vestuario,
a sueldos dos veces menores que los de los hombres. Profundas luchas fueron
llevadas para mejorar las condiciones difíciles en las cuales ellas trabajaban,
la mayoría eran mujeres migrantes, Lea Roback, una judía de origen pilonais y
Madelaine Parent, dos militantes feministas fundaron sindicatos y resistieron a
los ataques de las asociaciones patronales. Ellas tienen nuestro reconocimiento
por su trabajo extraordinario.
Las mujeres del Quebec se pocisionaron
en el mercado de trabajo durante el periodo que se llamó de revolución
tranquila. En las últimas tres décadas el mercado de trabajo fue marcado por la
entrada progresiva de las mujeres, ellas han hecho un gran avance en este
sentido para poder obtener una igualdad con los hombres. Esto se hace en un
contexto donde las mujeres se hacen presentes con una escolaridad que sobrepasa
la de los hombres. Inclusive las obligaciones familiares no han impedido el
acceso al mercado de trabajo, pero las encontramos en empleos atípicos, eso quiere
decir empleos no permanentes y a tiempo parcial, en los sectores de servicio a
favor de la tercerización de la economía, el crecimiento marcado del empleo de
las mujeres se traduce en el sector del trabajo autónomo, alrededor de un 40%
de trabajos que son precarios. Los hombres ganan porcentualmente 2,93 pesos más
que las mujeres.
A pesar de los progresos económicos y
sociales que el Quebec ha conocido desde 1925, a partir de la aplicación de la
primera ley quebequense que fija el nivel del sueldo en ocurrencia al de las
mujeres, nuestra sociedad tiene siempre problemas de pobreza, de exclusión y
discriminación hacia muchos grupos, en particular las mujeres. Son las mujeres
que constituyen la mayoría de personas que tocan el salario mínimo, se
encuentran igualmente las personas discapacitadas y las personas migrantes,
pero el salario mínimo no permite vivir ni cubrir los gastos esenciales, es por
eso que venimos haciendo una campaña con los movimientos sociales donde
encontramos los sindicatos, los grupos de defensa de los derechos de los más
precarios, esta campaña se ha emprendido igualmente en los Estados Unidos. Es
importante no sólo para proteger a las trabajadoras y los trabajadores contra
los bajos salarios, sino también para permitirles participar en la riqueza
colectiva. El salario mínimo es de 11,25$ la hora y nuestra demanda es aumentar
a 15$ la hora.
El movimiento de mujeres participa de
esta campaña como lo hizo en 1995 durante la marcha de Pan y Rosas cuando pedía
al interior de sus demandas una ley de equidad salarial para las trabajadoras,
ley que conseguimos en 1996.
El neoliberalismo ha golpeado
fuertemente el Quebec como en todos lados del mundo y es importante comprender
los lazos que existen entre esta corriente ideológica y la mercantilización de
los servicios públicos y los servicios de educación. Los gobiernos sucesivos en
Quebec se han dado como objetivo atacar los logros sociales que afectan
directamente a las mujeres.
Las mujeres se organizan, se forman
para comprender los impactos de este sistema para poder elaborar planes de
acción. Ellas desarrollan solidaridades y cabe destacar el apoyo a las mujeres
inmigrantes, las cuales están viviendo actualmente situaciones de racismo cada
día más fuerte, sobre todo de parte de grupos organizados de extrema derecha. El
Quebec siempre fue muy solidario con los migrantes, pero en el contexto actual
no estamos protegidas frente a las corrientes del país vecino, es por eso que
hemos empezado a desarrollar un trabajo militante por la inclusión real de
miles de personas migrantes, trabajamos con los grupos que efectúan un trabajo
específico para la inclusión. Cabe decir que el Canadá, el Quebec, necesita la
mano de obra de los migrantes para integrar el mercado de trabajo. Estamos
viviendo una paradoja, de un lado se necesita mano de obra para la economía y
de otro, los grupos piden el cierre de las fronteras. Nosotras decimos también
que tenemos que demostrar humanismo sobre todo cuando estas personas llegan de
campos de refugiados. Esta es una realidad en muchos países del mundo a la cual
no escapa el Quebec y el Canadá.
Mi testimonio es un sobrevuelo de la
situación, les puedo decir que en nuestra coordinación nacional de la Marcha se
encuentran como miembros los grupos de mujeres de todas las regiones del
Quebec, los comités de condición femenina de todas las organizaciones
sindicales, grupos de la diversidad, etc. Lo que le da fuerza a nuestro
movimiento y nos permite resistir al neoliberalismo. Pero vivimos un período de
incertidumbre, es por eso que las campañas a nivel de las Américas son tan
importantes. Es lo que vivimos la semana pasada en la Jornada Continental
contra el Neoliberalismo y por la Democracia en Montevideo, además de lo que se
vive esta semana en Chile con la reunión del Comité Internacional de la Marcha.
Compañeras,
la Marcha Mundial de las Mujeres es el movimiento que nos permite crear
solidaridades y pasar a la acción porque creemos que otro mundo es posible.
¡Seguiremos en marcha hasta que todas
seamos libres!