Declaración Coordinadora Feministas en Lucha -
2021
El
año pasado, 2020, tomamos la decisión de mover la Marcha por el Aborto Libre al
día 30 de julio, ya que el 25 de julio es el Día de la Mujer Afrolatina,
Afrocaribeña y de la Diáspora. Este año
nos mantenemos firmes en la convicción de avanzar en los nexos entre el aborto
libre y el antirracismo, una vez más convocando desde la Coordinadora
Feministas en Lucha y las organizaciones afrofeministas, en pos de conmemorar
tanto el 25 de julio, como también el 30 de julio. Seguimos creyendo que esta
articulación, entre feministas antirracistas a favor del aborto libre y los
derechos sexuales y reproductivos, es la mejor ruta para ir tejiendo alianzas y
complicidades en conjunto, a pesar de las tensiones y roces que puedan haber.
Ir más allá de lo meramente “dicho” o ser “de moda” en cuanto ser feministas
antirracistas no es fácil y como Coordinadora Feministas en Lucha reconocemos
estas dificultades a la vez que nos sentimos creciendo día a día gracias al
trabajo antirracista dentro de nuestras articulaciones.
Como
Coordinadora Feministas en Lucha, fundada en el año 2014 y cuyxs integrantes
también estaban detrás de la planificación de la 1ª Marcha por el Aborto Libre,
Seguro y Gratuito del 25 de julio de 2013, les queremos invitar a acompañarnos
una vez más este 30 de julio 2021. Al
igual que el año pasado, y por la pandemia global de COVID-19, haremos
actividades virtuales y también algunas presenciales, limitadas y hasta donde
las condiciones sanitarias lo permitan. En ese sentido, el viernes 30 de julio
haremos un pañuelazo de “Marea Verde” frente al ex-Congreso, sede actual de la
Convención Constitucional.
La
decisión de hacer el pañuelazo presencial no se tomó a la ligera y tiene que
ver con el actual contexto refundacional que estamos viviendo en este momento
en Chile. La elección de una Convención Constitucional con paridad de género y
17 escaños de pueblos originarios no es un tema menor; menos que su primera
presidenta sea una mujer mapuche, la Dra. Elisa Loncon. Como feministas
antirracistas y con fuertes impulsos feministas decoloniales, reconocemos y
celebramos la llegada de mujeres de pueblos originarios a la Convención
Constitucional. Sus propuestas plurinacionales, interculturales, feministas y
de mujeres y disidencias sexuales se deben escuchar fuerte y ser, ojalá,
incorporadas a la futura Constitución. Lamentamos, por cierto, que las mujeres
afrochilenas no lograran sus propios escaños reservados, ni tampoco las mujeres
migrantes. Esperamos que sus demandas y necesidades urgentes también se vean
dentro de la Convención Constitucional.
Sabemos
que hoy por hoy hay bastantes constituyentes que se identifican abiertamente
como feministas y que fueron elegidas por lo mismo. El día que entraron al
Congreso vimos muchos pañuelos verdes y verde-lilas. En el mismo sentido,
proponemos nuestro pañuelazo de Marea Verde el día 30, para que sepan que los
movimientos feministas desde fuera y en la calle también estamos esperando que
escuchen nuestras demandas y también para mostrar nuestro apoyo hacia
constituyentes que lucharán en conjunto con nosotres.
Nos
preguntamos: ¿Hasta qué punto se integrará una perspectiva feminista
antirracista sobre los derechos sexuales y reproductivos y el aborto libre y
legal dentro de la nueva Constitución? ¿Cuántes constituyentes realmente serán
nuestres aliades a la hora de pedir estos cambios tan importantes y tan
urgentes, dado el contexto, además, de la Constitución de 1980 que ha sido un
freno importante para estos temas?
A
la misma vez, y aunque las elecciones parlamentarias y presidenciales están a
la vuelta de la esquina y también hablarán de temáticas de DDSSRR y aborto,
estamos plenamente de acuerdo en que las agendas electorales y partidarias no
son nuestro principal horizonte de lucha.
Como Coordinadora Feministas en Lucha siempre hemos estado en la calle y
peleando para que el aborto libre se instale como reivindicación feminista. La
CFL siempre ha estado por el lado de las personas, redes y organizaciones que
acompañan los abortos, muchas veces en casa y con pastillas, y desde el
principio hemos pedido la despenalización total del aborto en Chile. En gran
parte, y mirando hacia atrás, nos damos cuenta de un gran avance en esta
materia desde nuestra primera marcha en el año 2013. Hoy en día la gran mayoría
de los movimientos feministas y de mujeres, expresan pública y visiblemente, su
adhesión al aborto libre y los derechos sexuales y reproductivos.
Como
feministas antirracistas también queremos seguir expandiendo este horizonte,
reconociendo que todavía existe mucha discriminación, desigualdad y abierto
racismo a la hora de acceder a los derechos sexuales y reproductivos en Chile.
Si una mujer afrodescendiente accede a un centro público de salud, lo más
probable es que su trato sea bien diferente, al punto de ser mal diagnosticada,
perjudicada o, hasta, asesinada por la negligencia y el racismo médico. También
recordamos a las mujeres mapuche que han tenido que parir en grilletes por la
violencia del Estado de Chile, una violencia que recién se intensificó
nuevamente con el asesinato de Pablo Marchant por Carabineros en Wallmapu.
Finalmente,
al igual que el año pasado, queremos hacer una llamada de atención sobre las
condiciones complejas de la pandemia y cómo estas impactan negativamente en la
consagración de los derechos sexuales y reproductivos y el aborto libre en
Chile actualmente. El año pasado
levantamos la voz sobre las dificultades a la hora de acceder a métodos
anticonceptivos, como también las altas tasas de violencia íntima de pareja y
violencia contra personas LGBTQ+ por las cuarentenas extendidas. Sin duda, los
cuerpos gestantes lo han pasado muy mal desde la implementación de las primeras
cuarentenas a finales de marzo de 2020.
Por
todo esto, y por 9º año, pedimos ¡el aborto libre, seguro y gratuito y el aborto antirracista! ¡Hasta que la dignidad y
el aborto libre se hagan costumbre!