La Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) es un movimiento
mundial de acciones feministas que reúne grupos de mujeres y organizaciones que
actúan para eliminar las causas que originan la pobreza, el racismo y la
violencia contra las mujeres. Que lucha contra el patriarcado, el colonialismo
y el capitalismo y contra todas las formas de desigualdad, opresión y discriminación
que sufren las mujeres.
Está conformada por Coordinaciones Nacionales (CN), integradas
por diversos grupos de los países que se han afiliado al movimiento mundial. En
el caso chileno, la representación corresponde a Mujeres en Marcha Chile, organización
formada por compañeras de Santiago, Valdivia, Cancura (Nueva Imperial) y
Concepción.
En su orgánica cuenta con un Comité
Internacional (CI) y un Secretariado Internacional (SI). Este Comité
Internacional (CI) es responsable de asegurar el seguimiento de las decisiones tomadas
en los Encuentros Internacionales, promover el enlace, circular informaciones,
impulsar la MMM en las diferentes regiones del mundo; y hacer el seguimiento
del trabajo del Secretariado Internacional.
Este CI está compuesto por representantes elegidas,
provenientes de las diferentes regiones del mundo. Se reúne dos veces por
año y funciona de manera colectiva y horizontal. Las integrantes del comité
comparten las tareas y seguimiento político de la Marcha en su conjunto.
El Comité Internacional se
compone de 10 miembras efectivas y 5 suplentes, las cuales son elegidas según
la siguiente distribución regional:
- África (2 efectivas y 1 suplente)
- Américas (2 efectivas y 1 suplente)
- Asia-Oceanía (2 efectivas y 1 suplente)
- Europa (2 efectivas y 1 suplente)
- Medio Oriente / Mundo Árabe (1 efectiva y 1 suplente)
- La Coordinadora del Secretariado Internacional de la
Marcha Mundial de las Mujeres
Nuestra compañera, Mafalda Galdames, forma parte del CI,
como representante -junto a la compañera Nalu Faria de Brasil- de la Región de Las
Américas.
En esta oportunidad, la segunda reunión del Comité
Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres tuvo lugar en Santiago de
Chile entre los días 20 y 23 de noviembre del 2017.Participaron 9
representantes provenientes de Mozambique, Kenia, Turquía, Túnez, Portugal,
Filipinas, Costa de Marfil, Brasil y Chile.
Los objetivos de esta reunión fueron avanzar en los
contenidos del próximo encuentro internacional a realizarse en octubre del 2018
en el País Vasco, e identificar necesidades y responsabilidades, así como conocer
y compartir el análisis de contexto de la coordinación nacional anfitriona y
las regiones del mundo. Además, las delegadas participaron en el Tribunal Ético
de ANAMURI y en la marcha pública contra la violencia hacia las mujeres.
En relación al contexto mundial, a pesar de las
particularidades y diferencias entre regiones y países, se reconoce una
arremetida conservadora -acompañada de una dimensión moral- y neoliberal en
todos los territorios, que recae principalmente en los cuerpos y vidas de las
mujeres.
En Latinoamérica la situación es transversal, la ofensiva
de la derecha política económica, el refuerzo de las políticas neoliberales, la
captura corporativa de las transnacionales de los Estados, la privatización de
los bienes y servicios comunes, las contrarreformas laborales, la
militarización y criminalización de la protesta y el movimiento social que
lucha por la vida, frente a políticas extractivas y depredadoras de los
territorios, etc., y el funcionamiento de los poderes legislativo y ejecutivo totalmente
desconectados de la realidad del pueblo.
Los temas se repiten en Europa, donde las mujeres cada
vez están más pobres y vulnerables, en contextos de recorte de los beneficios
sociales y en consecuencia más cargas en los trabajos de cuidado, privatización
de derechos sociales, feminicidio y violencia, así como de incremento de
fundamentalismos, xenofobia, racismo y populismo, sobre todo en Europa del
este.
En África y Medio Oriente, la situación de
discriminación y violencia hacia las mujeres se profundiza cada día más. Donde
todavía se practican las bodas forzadas, donde las mujeres no tienen acceso a
la tierra, donde hay guerra, militarización y ocupación de los territorios por
ejércitos occidentales.
En Asia, la violencia sexual sigue siendo brutal, y
está aumentando, así como la prostitución y la trata de personas.
A pesar de ello, crece el feminismo, sin embargo,
lamentablemente este se expresa no de la mano de la organización de las mujeres
sino de figuras públicas desconectadas de la organización. Por eso, es que se
vuelve tan importante en estos momentos nuestro movimiento internacional, ya
que articula la dimensión de clase, la lucha contra el patriarcado y el
capitalismo; y va construyendo un proceso feminista que trasciende a eventos
puntuales.
De las reflexiones del CI, surgen como desafíos generar
más y mejores espacios formativos, y reforzar un proyecto político
transformador y de largo plazo, recuperando la memoria feminista y del trabajo
que hemos venido realizando. No somos una red, somos un movimiento, un proceso.
Así vamos avanzando hacia los 20 años de la Marcha
Mundial de las Mujeres en el 2020, y preparándonos para nuestra acción
internacional, que tenga sentido en todos los territorios y para todas las
mujeres. Porque como siempre decimos y no dejaremos de decir:
¡Seguiremos en
marcha hasta que todas seamos libres!