"Es por esto que no sólo respaldamos el llamado a la postergación de la COP26, sino que llamamos a las organizaciones y movimientos de justicia climática a restar legitimidad a estas negociaciones realizadas en condiciones de extrema inequidad y a exigir a los gobiernos nacionales las políticas y medidas reales y efectivas para el enfrentamiento de las causas estructurales y los impactos del cambio climático, basadas en la soberanía territorial, en las prácticas, culturas y economías locales, en condiciones de trabajo y vida dignas, así como en el intercambio solidario entre pueblos y comunidades".
"Finalmente llamamos a las organizaciones, movimientos y articulaciones de justicia climática
a centrar los esfuerzos en crear solidaridad, visibilizar y fortalecer las luchas y resistencias
territoriales que se enfrentan a proyectos extractivos, de agronegocios, y de falsas
soluciones en todo el mundo y que defienden los derechos de los pueblos y de la
naturaleza".