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lunes, 25 de enero de 2021

Declaración en solidaridad con las mujeres hondureñas

 


La Marcha Mundial de las Mujeres, una vez más ha recibido noticias lamentables que atentan contra los derechos de las mujeres y las niñas en la República de Honduras.

Desde hace años, presenciamos como la violencia y la criminalización hacia los movimientos sociales se ha institucionalizado. Luego, los efectos de la pandemia dejaron a amplios sectores de la población en la cesantía y la miseria, y como si esto fuera poco, dos huracanes han devastado amplias zonas geográficas rurales, dejando a las familias campesinas sin sus mínimos enseres que les permitan vivir dignamente.

Las caravanas de miles de familias que buscan desesperadamente una salida a la situación de orfandad en la que se encuentran son expuestas a todo tipo de vejámenes, mientras dura su peregrinar hacia otros territorios, en los que quizás nunca encuentren la paz y bienestar que tanto anhelan.

Ahora, el gobierno asesta un nuevo golpe con la iniciativa de ley, que contiene la reforma del artículo 67 del Decreto No. 132-82 de la Constitución de la República, vigente desde el 20 de enero de 1982, cuyo objetivo es crear un blindaje constitucional que imposibilite legalizar la práctica del aborto en Honduras, representando una amenaza importante para los derechos humanos de las mujeres.

Dicha reforma busca prohibir cualquier procedimiento que interrumpa un embarazo, incluso en casos de peligro de vida o salud de las mujeres gestantes. En otros momentos, estos intentos han buscado justificar las restricciones al acceso a la fecundación in vitro y/o a la anti- concepción de emergencia. En general, estas estrategias intentan negar a las mujeres la capacidad de tomar decisiones autónomas con respecto a su fertilidad y a decidir sobre sus propios cuerpos. El proyecto va en sentido contrario al reconocimiento de la libertad y autonomía de las mujeres y niñas, pretendiendo imponer obligatoriamente la maternidad incluso en situaciones extremas como en caso de riesgo a la vida, a la salud, incesto o violación, en que se justificaría la interrupción por razones terapéuticas. Precisamente en aquellas circunstancias, en las que el embarazo debe resultar de una elección libre, responsable e informada.

La Marcha Mundial de la Mujeres, solidariza con las mujeres hondureñas que sistemáticamente han visto sus más elementales derechos conculcados, sometidas a través de diferentes medidas y restricciones sociales, políticas y económicas a vivir en situación de permanente incertidumbre frente a su vida individual, familiar y colectiva; mirando su futuro cada vez más desalentador en una sociedad altamente desigual.

Nuestro repudio hacia las medidas patriarcales, racistas y colonialistas que se amparan en disposiciones legislativas-coercitivas, para seguir manteniendo a las mujeres bajo estado de sometimiento permanente, estableciendo categorías claramente diferenciadas y discriminatorias para sus pueblos.